Desde hace algunos años, se ha instaurado a la primera semana de marzo como la SEMANA INTERNACIONAL DE LUCHA CONTRA LA ENDOMETRIOSIS, buscando acercar a la sociedad información sobre esta enfermedad para acelerar su diagnóstico y tratamiento, y así revertir los síntomas y efectos colaterales.

La Endometriosis, es una enfermedad enigmática definida por la presencia de tejido endometrial fuera del útero. Es una patología benigna, estrógeno dependiente e inflamatoria que muchas veces pasa inadvertida, asintomática en las mujeres jóvenes. No obstante, el dolor y la infertilidad son los dos síntomas más comunes de la Endometriosis.

Algunas mujeres tienen dolor antes o durante sus períodos menstruales, así como durante o después de las relaciones sexuales. En algunos países europeos ya se considera a la Endometriosis una “enfermedad social”, dado que en muchos casos, el dolor puede ser tan intenso como para afectar la calidad de vida de la mujer, desde sus relaciones hasta sus actividades diarias.

Desde hace 25 años, en el IBYME se investiga sobre la etiología, los aspectos inmunológicos, la infertilidad resultante,  y posibles nuevas terapias para tratar a la Endometriosis.

En los laboratorios de Inmunología de la Reproducción, dirigido por la doctora Rosa Inés Barañao y Fisiopatología Endometrial, dirigido por la Dra. Gabriela Meresman, ambas pertenecientes a la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Endometriosis, se trabaja para encontrar posibles tratamientos que no produzcan efectos colaterales indeseables y que sean económicamente accesibles. Una de las líneas de investigación, se centra en medicamentos de origen natural que actúen en forma más directa sobre los implantes de tejido endometrial sin producir efectos colaterales, y que inhiban los mecanismos involucrados en el desarrollo de la enfermedad sin impedir la posibilidad de gestación, y que además resulten más económicos.

Una de cada 10 mujeres en edad reproductiva padece Endometriosis. Esta enfermedad debe ser diagnosticada a través de un ginecólogo especializado, puesto que el diagnóstico certero sólo se obtiene mediante una laparoscopia.

Se ha calculado que las pacientes demoran alrededor de 7 años desde el inicio de los síntomas hasta la realización de una cirugía diagnóstica. Esto es debido principalmente al desconocimiento de esta patología, a la dificultad para detectar la Endometriosis en el examen pélvico y al hecho de que los dolores menstruales intensos son socialmente “aceptados como normales”. Sin embargo se sabe que el 87 % de los casos de dolor pélvico en mujeres son causados por la Endometriosis y que esta enfermedad se puede presentar en pacientes jóvenes. Alrededor del 47% de las adolescentes con dolor pelviano pre y/o intramenstrual tienen Endometriosis.

Del total de pacientes con Endometriosis, se estima que un 50-80 % son infértiles. Sin embargo, si se diagnostica y trata tempranamente, la infertilidad puede ser revertida. Por este motivo es importante hacer el diagnóstico en forma oportuna y no esperar a que la enfermedad progrese y cause mayor daño.